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Explore cómo la monitorización de la impresión 3D impulsada por IA aprovecha la visión artificial para mejorar la monitorización en tiempo real, la detección de defectos y la automatización de procesos.
No hace mucho, la impresión 3D se utilizaba principalmente para probar ideas y construir modelos. Ahora se está utilizando para crear productos reales y funcionales en campos como la atención sanitaria y la fabricación. Desde modelos dentales hasta piezas mecánicas, se ha convertido en una forma práctica y fiable de producir artículos del mundo real.
A medida que más empresas comienzan a utilizar la impresión 3D en su trabajo diario, algunos desafíos se están volviendo más notables. A veces, una pieza no sale del todo bien, e incluso pequeños problemas con la alineación o el flujo de material pueden afectar el resultado final.
La visión artificial puede ayudar a resolver muchos de estos problemas. Como rama de la IA, permite a las máquinas interpretar imágenes y videos. En una configuración de impresión 3D, la visión artificial puede monitorear cada capa a medida que se imprime, detectando patrones inusuales o errores de forma temprana. Incluso puede permitir que las impresoras respondan automáticamente, lo que ayuda a mantener la calidad de la impresión sin una supervisión manual constante.
En este artículo, exploraremos cómo la visión artificial está haciendo que la impresión 3D sea más fiable y analizaremos ejemplos del mundo real que muestran el impacto de la monitorización de la impresión 3D impulsada por IA en acción. ¡Empecemos!
¿Qué es la impresión 3D?
La impresión 3D implica la creación de objetos físicos a partir de diseños digitales. Desarrollada por primera vez en la década de 1980, la tecnología de impresión ha avanzado rápidamente en los últimos años. A diferencia de la impresión normal, que coloca tinta sobre una superficie plana, la impresión 3D construye objetos capa por capa utilizando materiales como plástico, resina o metal. Este método también se denomina fabricación aditiva.
Una impresora 3D típica tiene partes clave como la cama de impresión, la extrusora y la boquilla. Estos componentes trabajan juntos para dar forma al material de impresión y formar la salida final.
El proceso de impresión comienza con un modelo 3D digital, normalmente creado con un software especializado. A continuación, este modelo se divide en finas capas, y la impresora lee el archivo para depositar el material capa por capa hasta que el objeto está completo.
Hoy en día, industrias como la de la salud, la automotriz y la aeroespacial utilizan la impresión 3D para producir herramientas, piezas y dispositivos médicos personalizados. También se utiliza ampliamente en el diseño de productos, la creación de prototipos y la educación.
Los retos del control de calidad de la impresión 3D en tiempo real
Si bien la impresión 3D es un proceso bastante sencillo e interesante, las cosas no siempre salen a la perfección. La mayoría de los problemas ocurren durante la impresión o justo después. Sin las herramientas adecuadas, estos problemas pueden ser fáciles de pasar por alto. Esto es especialmente cierto cuando intentas producir productos a mayor escala.
Estos son algunos de los desafíos más comunes relacionados con el control de calidad de la impresión 3D en tiempo real:
Desalineación de capas: Ligeros desplazamientos en el movimiento de la impresora pueden causar que las capas se apilen de forma desigual. También puede provocar impresiones débiles o distorsionadas.
Deformación: Los bordes de una impresión pueden curvarse o levantarse de la cama de impresión debido a un enfriamiento desigual durante el proceso.
Extrusión inconsistente: El flujo de material puede comenzar y detenerse de forma impredecible. Esto da como resultado huecos o puntos delgados en el objeto final.
Identificación manual de piezas: Después de la impresión, los trabajadores a menudo necesitan clasificar o etiquetar las piezas a mano. Este proceso requiere mucho tiempo y puede dar lugar a confusiones.
Problemas de escalado: A medida que aumenta el volumen de piezas impresas, el seguimiento y el control de calidad se vuelven más difíciles sin automatización.
El papel de la visión artificial en la impresión 3D
La visión artificial desempeña un papel clave en la mejora del funcionamiento de la impresión 3D. Ayuda a supervisar cada capa, detectar los defectos de forma temprana y ajustar las impresiones a medida que avanzan.
A continuación, analicemos más de cerca cómo la IA de visión mejora la precisión, la consistencia y la automatización en las aplicaciones de impresión 3D del mundo real.
Detección automatizada de defectos en la fabricación aditiva
Si alguna vez ha visto un vídeo de una impresora 3D en acción, sabe que construye objetos capa por capa. Ese método capa por capa es lo que da a la impresión 3D su flexibilidad, pero también significa que las cosas pueden salir mal si una sola capa no es correcta.
Un pequeño error al principio puede afectar la resistencia, la precisión o la calidad general de la pieza terminada. Por eso, cada vez más fabricantes recurren a la visión artificial para vigilar el proceso a medida que se desarrolla.
Las cámaras pueden capturar imágenes de cada nueva capa. Estas imágenes se comprueban al instante para detectar defectos como deformaciones, huecos o falta de material. La detección temprana de problemas ayuda a evitar impresiones fallidas y reduce el desperdicio. Muchos sistemas utilizan modelos impulsados por IA entrenados para detectar cambios sutiles en la forma o la textura. Si algo parece raro, el sistema alerta al operador de inmediato.
Tomemos como ejemplo Phase3D. Su sistema de monitorización in situ utiliza luz estructurada y visión artificial para comparar cada capa impresa con su aspecto previsto. Si hay alguna discrepancia, el sistema la señala inmediatamente.
Fig. 2. Uso de luz y visión artificial para monitorizar la impresión 3D.
Al vincular estas anomalías con patrones de falla conocidos, los operadores pueden tomar medidas antes de que finalice la impresión. Esto es especialmente impactante en industrias como la aeroespacial y la de defensa, donde la precisión y la confiabilidad son fundamentales. También mejora la trazabilidad y respalda una producción más eficiente y escalable.
Visión artificial para la detección de errores en impresoras 3D
Aparte de alinear las capas con precisión, el flujo de los materiales de impresión también juega un papel importante en la calidad final de una pieza impresa en 3D. Si se deposita demasiado o muy poco material, o si no se deposita exactamente donde debería, puede provocar diversos problemas.
Algunos problemas comunes relacionados con la impresión 3D son el "stringing", donde se forman finas hebras de material entre las piezas; la deslaminación, cuando las capas no se unen correctamente; y la subextrusión, donde no se deposita suficiente material. Estos problemas pueden debilitar la pieza o hacer que falle por completo.
Los modelos de visión artificial ayudan a resolver esto observando cada capa en tiempo real. Las cámaras y los sensores rastrean cómo se coloca el material, detectando cambios en la forma, el flujo o la textura de la superficie a medida que ocurren. Los sistemas básicos pueden detectar problemas de forma temprana, mientras que las configuraciones más avanzadas pueden solucionar problemas a mitad de la impresión ajustando configuraciones como la velocidad o el caudal.
Exploración del jetting controlado por visión
Por ejemplo, un sistema desarrollado por investigadores del MIT, Inkbit y ETH Zurich utiliza cuatro cámaras de alta velocidad y dos láseres para escanear la superficie de impresión constantemente. A medida que 16,000 boquillas depositan resina, el sistema compara cada capa con el diseño digital y realiza correcciones instantáneas cuando es necesario, un proceso conocido como chorro controlado por visión.
Fig. 3. Escaneo de la superficie de impresión en tiempo real.
Este sistema también utiliza cera como material de soporte, que se puede derretir después de la impresión para dejar canales internos complejos. Ya se ha utilizado para imprimir objetos completamente funcionales, como una mano robótica con dedos blandos y partes rígidas, o un robot de seis patas que puede caminar y agarrar objetos. A diferencia de los sistemas más simples que solo detectan errores, este los corrige sobre la marcha, lo que lo hace más confiable para la impresión de alta velocidad y alta precisión.
Optimización del proceso de impresión 3D con IA
A veces, se imprimen miles de piezas en un solo lote, especialmente en la fabricación a gran escala o en los centros de servicio de impresión 3D. Después de la impresión, estas piezas deben ser identificadas, clasificadas y procesadas, lo que puede llevar mucho tiempo y ser propenso a confusiones si se hace manualmente.
La visión artificial ayuda a automatizar esta etapa reconociendo y clasificando las piezas de forma rápida y precisa. Por ejemplo, el sistema AM-Vision utiliza cámaras y tecnología de coincidencia de geometría para comparar cada objeto impreso con su modelo CAD. El sistema puede identificar y clasificar las piezas en pocos segundos.
Fig. 4. Aplicación de la visión artificial para el reconocimiento y la clasificación de piezas 3D.
La automatización de las tareas posteriores a la impresión acelera los flujos de trabajo, reduce la mano de obra manual y minimiza el riesgo de errores en la clasificación y el embalaje. Más allá de la identificación, algunos sistemas también pueden agrupar piezas para pasos adicionales como el curado, la limpieza o el ensamblaje, lo que mejora aún más la eficiencia y la consistencia en el proceso de producción.
Tendencias emergentes en la monitorización de la impresión 3D impulsada por la IA visual
A medida que la IA visual se integra más con la impresión 3D, está impulsando cambios importantes en la forma en que opera la fabricación. Estas son algunas tendencias clave que resaltan su creciente impacto:
Fabricación sin luces: Las fábricas están avanzando hacia operaciones totalmente automatizadas que requieren poca o ninguna intervención humana. La IA, la visión artificial y la robótica se encargan de tareas como la inspección, la clasificación y el seguimiento de piezas, lo que hace que la producción ininterrumpida sea más factible.
Rápido crecimiento del mercado: Se espera que el mercado global de impresión 3D alcance los $134.58 mil millones para 2034. Este crecimiento está ligado a las mejoras en la automatización y las herramientas de Vision AI.
Mantenimiento predictivo: Los sistemas de visión pueden rastrear el rendimiento de la impresora a lo largo del tiempo y detectar signos de desgaste o fallo antes de que causen tiempo de inactividad. Esto mantiene la producción funcionando sin problemas y reduce las reparaciones inesperadas.
Supervisión y control remotos: Los sistemas de cámaras con tecnología de IA permiten a los operadores seguir el progreso de la impresión y recibir alertas desde cualquier lugar. Esto favorece una fabricación flexible y unos mejores tiempos de respuesta.
Conclusiones clave
La visión artificial puede ayudar a mejorar cada etapa del proceso de impresión 3D. Detecta errores de forma temprana, supervisa las impresiones en tiempo real y permite realizar ajustes durante el proceso. Estas capacidades conducen a una mejor calidad de las piezas, menos fallos y menores costes de producción.
A medida que las tecnologías inteligentes se vuelven más comunes en las fábricas, la visión artificial brinda a los equipos un mejor control y les ayuda a escalar de manera más eficiente. Industrias como la aeroespacial, la atención médica y los bienes de consumo ya confían en estas herramientas para cumplir con estrictos estándares de calidad y rendimiento.
Al combinar la IA con la retroalimentación visual en tiempo real, la impresión 3D se está volviendo más consistente, eficiente y automatizada, allanando el camino para una fabricación más inteligente.