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¿Cómo se elabora el té utilizando tecnologías como la IA visual?

Abirami Vina

5 minutos de lectura

30 de julio de 2025

Aprenda cómo se elabora el té con la ayuda de tecnologías como la IA visual para aumentar la velocidad, la consistencia y la automatización de la recolección, clasificación y envasado de las hojas.

Para muchos de nosotros, el té es más que una simple bebida divertida. Es un ritual diario, una fuente de consuelo y un compañero silencioso en nuestras rutinas. En Ultralytics, también nos encanta el té, especialmente un matcha latte perfectamente batido. 

Pero, ¿con qué frecuencia pensamos en cómo se elabora el té y cómo llega realmente de los campos a la taza? Detrás de cada sorbo hay un proceso sorprendentemente complejo que implica una recolección delicada, una clasificación cuidadosa y un envasado preciso. 

A pesar de la popularidad mundial del té, la industria del té sigue dependiendo en gran medida de los procesos de producción manuales. Desde la recolección y la clasificación hasta la graduación y el envasado, muchos pasos críticos se llevan a cabo a mano. Esto se traduce en una producción más lenta y, a veces, en una calidad inconsistente.

Los fabricantes de té están empezando a recurrir a la tecnología para satisfacer la creciente demanda y mejorar la eficiencia. Con la ayuda de la IA y la visión artificial, tecnología que permite a las máquinas interpretar y analizar información visual, muchos de los pasos manuales en la producción de té ahora pueden automatizarse. 

Por ejemplo, los modelos de visión artificial como Ultralytics YOLO11, que admiten tareas como la detección de objetos, la clasificación de imágenes y la segmentación de instancias, se pueden utilizar para identificar y clasificar hojas de té, detectar defectos y supervisar la calidad en tiempo real. Estas capacidades pueden intervenir y agilizar las operaciones, reducir el error humano y mantener estándares de producto consistentes desde la granja hasta la fábrica.

Fig. 1. Usando YOLO11 para detectar al equipo de Ultralytics sosteniendo lattes de matcha.

En este artículo, analizaremos más de cerca cómo se elabora el té, por qué algunos métodos tradicionales pueden ser deficientes y cómo la visión artificial está ayudando a aportar nueva velocidad, precisión e innovación a la forma en que se produce el té. ¡Empecemos!

Un vistazo rápido a la historia del té

Antes de profundizar en cómo se elabora el té, echemos un vistazo rápido a la historia de cómo se hizo tan popular.

El té se ha disfrutado durante miles de años. Su historia comienza en la antigua China, donde, según la leyenda, el emperador Shen Nong lo descubrió accidentalmente cuando hojas de té cayeron en su agua hirviendo. La gente rápidamente se dio cuenta de que la bebida no solo era refrescante, sino que también ofrecía beneficios para la salud. Con el tiempo, el té se convirtió en una parte central de la cultura y la vida diaria chinas.

Desde China, el té se extendió a países vecinos como Japón y Corea. Cada región desarrolló sus propias costumbres y rituales únicos en torno al té, convirtiéndolo en mucho más que una simple bebida. 

En el siglo XVII, el té llegó a Europa a través de rutas comerciales y rápidamente ganó popularidad, especialmente en Gran Bretaña. A medida que beber té se convirtió en un hábito diario allí, los británicos establecieron grandes plantaciones de té en India y Sri Lanka para satisfacer la creciente demanda. Esto ayudó a que el té fuera más asequible y accesible en todo el mundo.

Fig. 2. Una plantación de té tradicional. (Fuente: Pexels)

Hoy en día, la industria del té sigue prosperando, y se prevé que el valor del mercado mundial del té alcance aproximadamente los 75.500 millones de dólares en 2029. El té es disfrutado por miles de millones de personas en todo el mundo y sigue estando profundamente arraigado en las tradiciones culturales y las rutinas diarias de muchas comunidades.

Lo básico: ¿Cómo se hace el té? ¿De qué está hecho el té?

El té se elabora a partir de las hojas de una planta llamada Camellia sinensis. Ya sea que esté bebiendo té negro, té verde, oolong o té blanco, todo proviene de la misma planta. La diferencia clave entre estas variedades es cómo se procesan las hojas después de ser recolectadas. Factores como cuánto tiempo se exponen las hojas al aire, cómo se secan y si se cuecen al vapor o se enrollan, afectan el sabor y el estilo del té.

El proceso de producción de té comienza con la recolección de hojas frescas y jóvenes. Después de la cosecha, las hojas se dejan marchitar. Este paso reduce la humedad y facilita su manipulación. 

La siguiente etapa es el enrollado, que retuerce y rompe suavemente las hojas, liberando enzimas naturales que descomponen las hojas. Esto conduce a la oxidación del té. Cuando se exponen al aire, las hojas se oscurecen y desarrollan su sabor. 

El té negro está completamente oxidado, lo que le da un sabor rico y un color profundo. Los tés verde y blanco se someten a una oxidación mínima o nula, lo que les permite permanecer más ligeros y delicados. Después de la oxidación del té, las hojas se secan, se clasifican y se empaquetan.

Fig. 3. Cómo se elabora el té. (Fuente)

Retos en el proceso manual de fabricación de té

Incluso hoy en día, la producción de té depende en gran medida del trabajo manual. Tareas como la recolección, la clasificación y el empaque todavía se hacen a mano en muchas partes de la industria. Si bien estos métodos tradicionales se han utilizado durante generaciones, pueden ralentizar los flujos de trabajo y dejar espacio para el error humano.

Aquí hay algunos desafíos comunes a los que se enfrentan los productores de té:

  • Calidad inconsistente: Cuando la clasificación y la graduación se realizan a mano, los resultados pueden variar según quién esté haciendo el trabajo y en qué condiciones.
  • Intensivo en mano de obra: Procesos como la recolección y el empaquetado toman tiempo y requieren una fuerza laboral constante con las habilidades adecuadas.
  • Salida más lenta: Las inspecciones de calidad manuales y el envasado a menudo limitan la rapidez con la que se puede producir el té, lo que dificulta satisfacer la demanda.
  • Defectos perdidos: Las hojas dañadas, la contaminación o el embalaje defectuoso a veces pueden pasar desapercibidos, afectando la calidad general del producto.
  • Estándares estrictos: En los mercados de exportación, los errores más pequeños pueden resultar en envíos rechazados o precios más bajos.

La necesidad de la visión artificial en el proceso de producción de té

En cada etapa del proceso de fabricación del té, es esencial comprobar la calidad de las hojas. Estas inspecciones a menudo se realizan a mano, lo que puede llevar mucho tiempo y, en ocasiones, ser inconsistente.

Pequeñas diferencias en el tamaño, la forma o el color de las hojas de té pueden afectar al sabor y a la calidad general. Cuando se trabaja con grandes volúmenes de té, mantener una calidad constante en cada lote se convierte en un verdadero reto. Esto añade complejidad al proceso y puede provocar retrasos o errores.

La visión artificial es una solución confiable para estos problemas. Permite a las máquinas inspeccionar y analizar rápida y precisamente las hojas de té. 

Por ejemplo, los modelos de visión artificial como YOLO11 se pueden entrenar para verificar las hojas de té para su clasificación y selección. Esto mantiene la calidad constante en diferentes lotes. Del mismo modo, las máquinas integradas con YOLO11 pueden detectar y eliminar hojas dañinas, suciedad u otros contaminantes que podrían comprometer la calidad del té. 

Aplicaciones de la visión artificial en el proceso de producción de té

Ahora que tenemos una mejor comprensión de cómo se utiliza la visión artificial en la producción de té, exploremos algunos casos de uso reales en los que está marcando la diferencia en la industria del té.

Robots y drones en la cosecha de té Longjing

En Hangzhou, China, donde se cultiva el conocido té West Lake Longjing, la innovación de vanguardia está reinventando el cultivo tradicional del té. Durante la ajetreada temporada de cosecha, los agricultores están utilizando herramientas avanzadas como drones, perros robot y exoesqueletos portátiles para que su trabajo sea más eficiente y menos exigente físicamente.

Una de las tecnologías más impactantes que se están utilizando es la visión artificial. Los drones equipados con sistemas de visión vuelan sobre los campos de té para controlar la salud de las plantas e identificar qué áreas están listas para la cosecha. En lugar de caminar por toda la plantación, los agricultores ahora pueden obtener una vista rápida y detallada de las condiciones del cultivo desde arriba, ahorrando tiempo y mejorando la precisión.

Mientras tanto, sobre el terreno, los perros robot con cámaras incorporadas utilizan la visión artificial para navegar por caminos empinados y estrechos mientras transportan brotes de té recién recolectados. Esto ayuda a reducir la carga física de los trabajadores y acelera la entrega a las estaciones de procesamiento. Los agricultores también están usando exoesqueletos robóticos que están calibrados para apoyar sus piernas y movimientos, lo que facilita el transporte de cargas como fertilizantes u hojas cosechadas en terrenos difíciles.

Fig. 4. Exoesqueletos, perros robot y drones apoyan el cultivo de té (Fuente)

Del mismo modo, en otras plantaciones de té en China, se están utilizando drones para rociar pesticidas, una tarea que antes se hacía a mano. Con la ayuda de la visión artificial y el GPS, estos drones pueden identificar con precisión las áreas objetivo, evitar obstáculos y aplicar pesticidas sólo donde es necesario. Esto hace que el proceso sea más rápido, más seguro para los trabajadores y más eficiente, especialmente en áreas de difícil acceso o con terrenos irregulares.

Clasificación de tés con sistemas de visión artificial

En las fábricas donde se procesa el té, las máquinas clasificadoras ahora se están integrando con sistemas de visión artificial. Estas máquinas utilizan cámaras de alta resolución y técnicas de procesamiento de imágenes para inspeccionar las hojas de té a medida que avanzan por la línea de producción. Una técnica clave utilizada en este proceso es la segmentación de instancias, que identifica cada hoja de té individual en una imagen y dibuja un contorno claro a su alrededor, incluso cuando varias hojas se tocan o se superponen.

Basándose en características como la forma, el tamaño, el color y la textura, el sistema clasifica las hojas en diferentes categorías. Las hojas de buena calidad se separan de las que están rotas, descoloridas o son demasiado pequeñas. También se identifican y eliminan materiales extraños, como tallos o residuos. Este enfoque aporta una mayor consistencia al proceso de clasificación, reduce el error humano y apoya estándares más altos en la producción de té a gran escala.

Pros y contras de la visión artificial en la producción de té

Aquí hay algunos beneficios de integrar la visión artificial en el proceso de producción de té:

  • Menor demanda de mano de obra: La automatización de tareas repetitivas reduce la necesidad de grandes equipos de trabajadores manuales, especialmente durante las temporadas de cosecha alta.
  • Estimación del rendimiento: Los drones con visión artificial y las cámaras de campo pueden estimar el crecimiento de las hojas de té y predecir el volumen de la cosecha con mayor precisión que la observación manual. 
  • Control de calidad del embalaje: Los sistemas de visión pueden verificar que las bolsitas de té estén selladas correctamente, alineadas correctamente y empaquetadas en el orden correcto, lo que reduce los errores y mejora la presentación.

Por otro lado, estos son algunos de los retos que conlleva el uso de la visión artificial en la producción de té:

  • Grandes conjuntos de datos de entrenamiento: La clasificación precisa de las hojas de té por grado, como una yema y dos hojas, requiere cientos de imágenes bien etiquetadas para entrenar los modelos de manera efectiva.
  • Diferencias entre las variedades de té: Los modelos entrenados en un tipo de té, como el Assam, pueden tener dificultades con otros como el Darjeeling o el té de Kenia debido a las variaciones en la forma, el tamaño y el color de las hojas.
  • Condiciones de fábrica: La iluminación inconsistente, el polvo en las lentes o los fondos desordenados pueden interferir con la calidad de la imagen y reducir la precisión de la detección durante la clasificación o la inspección.

Conclusiones clave

La visión artificial está cambiando la forma en que se produce el té. Ayuda con tareas como clasificar las hojas, verificar si hay objetos extraños e inspeccionar el embalaje. Estas herramientas mejoran la velocidad y la precisión del procesamiento del té al tiempo que reducen el error humano.

Desde el campo hasta la fábrica, la visión artificial permite una pulverización más segura, una planificación de la cosecha más eficaz y productos finales más limpios. A medida que la demanda de té continúa creciendo, estas tecnologías proporcionan un método más inteligente y consistente para producir té de alta calidad a escala.

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